Binomio fantástico

Esta actividad consiste en que todas hemos escrito el nombre de un objeto y de un animal, lo hemos pasado cada uno para nuestras compañeras de izquierda y derecha y con las palabras que nos han tocado hemos realizado un cuento. Las palabras que me han tocado a mí son: espejo y león.

El espejo del león

Había una vez un león llamado Pedro. Pedro era muy presumido, no podía salir a la cazar si no llevaba su espejo para poder mirarse en él y ver lo apuesto que era.

Un día, cuando Pedro estaba cazando un ratón muy pequeño, se dio cuenta de que se había despeinado mientras intentaba cazar al pequeño ratón y cuando fue a coger su espejo para poder peinarse se dio cuenta de que el ratón se lo había llevado. El león corrió y corrió detrás del ratón pero no lo alcanzó porque éste se había perdido entre los arbustos de la selva y el león no podía verlo. Pedro se puso muy triste, ya no quería salir a cazar ni estar con sus amigos, se pasaba todo el día metido en la cama porque no quería que nadie lo viese despeinado. Sus amigos lo vieron muy desanimado. “¡Pedro necesita su espejo!” exclamaron los amigos, y decidieron ayudarlo. Todos sus amigos se pusieron de acuerdo para encontrar al ratón que le quitó el espejo a Pedro y cuando lo encontraron le dijeron: - Hola, sabemos que le quitaste el espejo  a Pedro y lo necesita porque está muy triste. El ratón contestó: - Sí, yo se lo quité porque es un león muy presumido y tiene que aprender que el físico no es tan importante. Los amigos le dieron la razón al ratón y le pidieron que se quedara él con el espejo de Pedro. Cuando los amigos llegaron a casa de Pedro estuvieron explicándole que todo no era el físico y que ellos lo querían aunque no estuviera peinado.

Pedro se sintió mucho mejor y decidió mirarse al espejo solo una vez al día. Gracias a la ayuda del ratón y de los amigos de Pedro, Pedro comenzó a disfrutar más de sus amigos y dejo a un lado las cosas que no tienen tanta importancia.

Y colorín colorado quien no levante el culo se le queda pegado.