Esta actividad ha sido
la última que hemos realizado este semestre. El “SCAMPER” lo hemos realizado
por grupos, y consiste en adaptar un cuento en versión original a otro cuento
en el que cambien los personajes, la historia, el final, etc.
El cuento que hemos
versionado nuestro grupo (formado por: Alicia García Martínez, Cristina
García Hernández, Borja José García Cámara, Paloma Fuster Ayas y yo,Ana Isabel
Fernández Martínez) es
“El gato con botas” y nuestra versión es “El pato Renato. ¿Queréis conocer este
divertido cuento?, pues prestad mucha atención:
EL
PATO RENATO
Érase una vez, en un
lugar muy lejano, un panadero que dejó por herencia a su única hija la
panadería del lugar y un pato que siempre le acompañaba.
Su hija Ruperta, que en
el pan era toda una experta, no quería saber nada del pato Renato, ya que era
un pato muy flojo que se pasaba el día durmiendo.
Un día, cuando Ruperta
paseaba por el campo en busca de trigo, encontró unas botas y pensó en
regalárselas a su pato, de esta manera podría ayudarla en la panadería
repartiendo el pan por la aldea.
Cuando llegó a la
panadería, el pato no quería saber nada de las botas porque no quería trabajar,
pero como era un pato muy presumido decidió probárselas, y al verse tan apuesto,
decidió salir a trabajar para que todo el mundo pudiera verlo.
El pato Renato que,
aparte de apuesto era muy listo, se percató de que todas las aldeanas llevaban
ofrendas y regalos al príncipe del reino vecino para conquistar el corazón de este,
que buscaba esposa para reinar. Así que un día que salió a repartir el pan tan
delicioso que hacía su ama, se le ocurrió una idea: podría llevarlo como regalo
al príncipe de parte de su ama sin que esta supiera nada, y de esta forma
llamar la atención del príncipe y hacer que estos se conocieran.
El príncipe, que al
comer el pan quedó maravillado, mandó a sus guardias a que buscaran en seguida
a la dueña de aquel pan tan exquisito para darle las gracias.
Los guardias fueron enseguida
en busca de la panadera para llevarla a palacio. Ruperta, que estaba muy
concentrada en su labor, se quedó muy asustada cuando vio entrar a los guardias,
pues pensó que la llevaban presa.
Cuando Ruperta llegó al
castillo se enfadó mucho con Renato al verlo allí, porque pensaba que ya se
había buscado problemas; sin embargo, ahora, el pato iba vestido con ropas de
la corte y estaba como todo un señor en palacio. La panadera no entendía nada
de lo que estaba pasando. El príncipe le explicó que no había probado jamás pan
tan delicioso y le pidió que si quería ser su esposa y juntos hacer pan para su
reino. El pato había conseguido salirse con la suya. Ruperta y el príncipe se
enamoraron y se casaron y en el reino hubo pan delicioso para todos. Ahora, el
señor pato aprendió un oficio que le gustaba y se dio cuenta de que trabajar no
era tan malo, se encargaba de repartir el pan por todo el reino pero ahora como
ayudante del príncipe y luciendo unas preciosas botas nuevas que el príncipe le
regaló como agradecimiento.
Y, colorín colorado, el
pan fue comido en todo el poblado y el pato Renato por fin ha trabajado.
FIN
A continuación, os
presentamos algunas imágenes del “SCAMPER” para que podáis apreciar que no está
en formato libro sino que es un juego de encaje.
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